sociedad-civil

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
Hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y mas cuerpos, fundiéndose incesantes
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De manera, después de darle muchas vueltas al tema de ponerme un nombre y seguir con la tradición masónica española, he tomado la decisión de que el nombre que quiero es el de Ángel, entre otras cosas, como un pequeño homenaje a mi madre, que sé me puso este nombre siguiendo la tradición de la familia.

Esta es la plancha que hice cuando teníamos la costumbre de ponernos nombre A raíz de esta plancha quiero darme cuenta de  hechos que conozco y que me llaman poderosamente la atención, pero de los que no tengo  una clara conciencia, a veces por desconocimiento o ignorancia y a veces por inconsciente, de manera que voy por la vida como si las cosas que tengo a mi alrededor o que configuran mi ser y el mundo que me rodea fuese  lo natural y necesario y no pudiera ser de otra manera como es el caso de
estar yo en el mundo, como dice el poeta.

Configuro mi vida y por poco que lo piense me tendría que preguntar cómo es que estoy aquí  en la masonería, con vosotras y vosotros, cuántas cosas han tenido que ocurrir para que esto sea así, qué cantidad de causas que no dependen de mi han configurado mi nombre, mi situación, mi manera de pensar, cómo el famoso aleteo de una mariposa podría haber configurado otro escenario. Pero en fin aquí estamos y como decía, no recuerdo quien, no somos responsables de estar aquí pero si de tomar conciencia de ello y de manejar la situación en lo  que dependa de nosotros.

Así es que tengo la obligación de aportar a mi entorno, dentro de mis posibilidades, lo que de consciente me es dado. Me explicare si puedo un poco mejor, yo estoy aquí en la masonería del derecho humano en la creencia de lo que definen nuestros tres primeros artículos y en el conocimiento de que fueron muchos los masones que participaron en cambiar la historia en la dirección del progreso de la humanidad y en ese sentido es como entiendo mi trabajo masónico.

No se si a todas y todos que estamos en esto nos guía la misma idea, independientemente del ideal que tengamos en cuento a estructuración de la sociedad, y no me refiero a lo mal denominado político, es decir en lo partidista sino a lo político en cuanto polis, mal traducido por ciudad-estado, cuando en realidad su sentido es la sociedad que configura una comunidad, cuando Aristóteles dice que el hombre es un animal político, lo que realmente dice es que es un animal social. Pero sigamos estoy casi seguro que nos hace una cierta ilusión que en la revolución francesa estuvieran implicados los masones, que en la revolución de los EE.UU. estuvieran implicados los masones, que los libertadores americanos fuesen masones, que los derechos humanos estén auspiciados por masones y masonas, en fin que el progreso sea una divisa de la masonería, y a esto me refiero cuando digo que es posible que a todos nos guía la misma idea, de una forma general.

Entiendo y creo conveniente que se sepa de la historia de la masonería, de las diferencias entre ritos, de la preocupación de extender conocimientos del tipo que sea, bienvenidos, a todas y todos nos gusta saber más, va con la condición de masón, pero de ahí a que esto se convierta en una universidad popular de sabidurías que no inciden en lo fundamental y solamente trabajan en un dudoso envoltorio, creo que no es beneficioso para nuestros fines.

Esto no es un sistema de enseñanza reglado donde se expiden títulos de experto en una materia, aquí un científico del más alto nivel o un renombrado filosofo, se convierten en un aprendices, compañeros o maestros, por  y para mejorar la sociedad,  no con formulas ni con discurso metafísico, sino con actitud, con método, con la fraternidad de todas y todos, con ser un ser que día a día trabaja por mejorarse él o ella y su entorno para una sociedad donde mujeres y hombres sean iguales, donde lo justo sea justicia, en fin lo que indican nuestro primeros artículo ya mencionados, y para ello empleamos nuestro método, el método masónico, que supera las diferencias de conocimientos científicos y de pasiones mal llamadas políticas y que en realidad son partidistas para poner el foco en la construcción de una sociedad de progreso para toda la humanidad.

Quizás se me pueda decir que no somos muchos y por lo tanto la tarea se presenta como imposible, pero desconocemos las posibilidades de nuestro aleteo, lo que no cabe duda es que tenemos que mover las alas. Creo que eran las abuelas de la Plaza de Mayo las que decían que las luchas perdidas son las que no se plantean. Así que trabajemos en nuestros medios para posibilitar, configurar, esa  cantidad de causas que hagan posible el edificio de una humildad más justa, como viene definido es nuestros acuerdos. Como decía Durruti llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.

Seré mas especifico dentro de lo posible, una vez que sepamos cual es nuestra posición ante la situación de desarrollo social, y teniendo en cuenta nuestras diferencias de entendimiento político-social, pero sin perder de vista que nuestra misión es la construcción de una sociedad mas justa, creo que debemos incidir en aquellos medios a nuestra disposición, familia, partido, sindicato, amigos, asociaciones en las que estemos, de manera que seamos ejemplo y marquemos pautas de ética del progreso para los fines que nos marcamos, que no son partidistas pero son universales y para ello nos preparamos aquí, de manera que todos nuestros símbolos y ritos nos sirven para ponernos en la actitud necesaria para trabajar por los fines definidos.

Ángel