Hoy, 9 de mayo se está produciendo en España un acontecimiento único, profesores, padres y alumnos se unen en defensa de un modelo educativo que puede tener los días contados y cuyas consecuencias se arrastrarán durante mucho tiempo.

La imposición de un modelo educativo basado en la supremacía de una determinada ideología, la del dogma, el elitismo basado en lo económico y la segregación por razones económicas y sociales, puede conducir a que la sociedad española vuelva a los más negros años de nuestra historia.

Ya no se trata únicamente de favorecer determinados intereses religiosos, ni tan siquiera convertir un bien social  y un derecho fundamental en un mero negocio si no, y esto es lo grave, en deteriorar la calidad de la enseñanza y hurtar la posibilidad de que todos los ciudadanos de este país reciban la mejor educación que la sociedad pueda proporcionar.

La reforma educativa que se trata de imponer tiene entre sus finalidades el favorecer la conformación de una determinada sociedad en la que la desigualdad sea la norma y por tanto debe ser rechazada por todos los que pensamos que la libertad es el bien más preciado del ser humano pero que no es nada si no va acompañada de la igualdad y la solidaridad.

Pero la reforma va mucho más allá, pretende en el fondo crear una sociedad acrítica y por tanto dócil en la que unos pocos puedan imponerse a la mayoría en base al conocimiento de que disfrutan.

He dicho