El contar con un Hermano o Hermana que escribe poesía nos aporta una perspectiva y un tipo de reflexión diferente a aquellos que derivan de los habituales trabajos en prosa, aquí dejamos el primero de una serie de poemas que debemos a la pluma de nuestro Hermano Tino
Déjame
Déjame transitar por este sendero,
blanco como el brillo nupcial de una noche de bodas,
con las manos abiertas
y con todas las velas encendidas.
Déjame mantenerme firme en la pisada,
allanar las piedras,
moler los guijarros rotundo como el llanto de un ser hambriento,
civilizarme con la profundidad del quiero.
Déjame buscar lo que no he sido,
lo que no recuerdo,
lo que escondió el miedo…
y comprenderlo.
Déjame yacer como una huella en el pavimento,
como una perpendicular en las esquinas de esta casa deshabitada,
avanzar y observar mis días,
con el albino calendario de tu cabello.
Déjame caminar para no ser
una marca de agua en lo alto de un peldaño.