Según el diccionario, un andamiaje es una construcción provisional con la que se accede a realizar puentes, casas y cualquier tipo de construcción que requiera altura. Se hacen para permitir el acceso de los obreros y del material en todos los puntos de la construcción.
En el ámbito educativo, la metáfora del andamiaje pretende ilustrar los procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en las interacciones didácticas. Esta metáfora tiene como propósito mostrar dos niveles de desarrollo: el actual, que representa lo que el alumno sabe, y el potencial, que representa lo que este puede llegar a saber, es decir, el grado de conocimiento que se halla un nivel inmediatamente por encima de aquel que el alumno posee en un momento determinado.
El alumno puede aprender de un maestro, de un igual o mediante sus propios medios y recursos intelectuales. Así mismo, puede aprender de un conjunto de libros, pero también a través de ejercicios prácticos e incluso de experiencias en la vida real, planificadas como parte de ese proceso de aprendizaje.
¿Qué es el andamiaje entonces para el aprendiz? Podríamos decir que el andamiaje es toda ayuda que le sitúa en un nivel superior. Por tanto y sin ninguna duda, los libros, los ejercicios y las experiencias pueden ser el andamiaje o parte de él. ¿Pero y el maestro?, ¿u otro igual que enseña? ¿Son también un “andamiaje” o un compañero de viaje?
La metáfora quizá termine aquí. Porque las personas son algo más que “medios” o instrumentos en la formación de un aprendiz. Un maestro o un igual también cambia durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Al menos, cuando el proceso es profundo y sistemático. Tal vez un profesor de niños pequeños actúe conforme a unas pautas establecidas y trate a la “masa” de niños de un modo distante o impersonal, pero a partir de determinadas enseñanzas de importancia y profundidad también para el maestro o el igual, creo que el proceso no les deja indiferentes.
El profesor o igual disfrutan y se van adaptando a la otra persona. Casi como cualquier relación humana importante y duradera.
Aprender es un proceso de cambio. Para todos los integrantes de ese proceso. A todos nos influye y debemos tener la actitud y la paciencia para respetar los ritmos de cada cual. Querer hacer las cosas con prisa suele desembocar en errores que -curiosamente- luego lleva más tiempo arreglar que si se hubieran hecho las cosas con la calma y atención que requerían.
Themys